CAFAYATE (Enviado Especial).- Era un sueño hace más de 27 años. Quizás, una expresión de anhelo. Tal vez, la utopía de un grupo de entusiastas cultores de la música autóctona. Pero después de un cuarto de siglo los logros y las realizaciones de la Escuela de Música, de Luthería y de Danzas Autóctonas de Cafayate son una realidad. La usina de talentos y artesanos de instrumentos y de intérpretes se creó en 1986, y desde entonces crece a pesar de las dificultades.
"El local donde comenzaron a dictarse las clases era una clínica. Después nos fuimos al edificio del bachillerato laboral y luego compartimos las instalaciones con ellos. José Luis Bazán era por entonces el rector", le narró a LA GACETA Mercedes Celada, profesora de Audiopercepción e Historia de la Música.
"Cuando aparecieron los bonos en la provincia de Salta dejaron de pagarnos el alquiler. Eran tiempos difíciles. Tampoco percibíamos el sueldo. En cierto momento no teníamos dónde funcionar. Incluso debieron prestarnos la escuela Hogar de María, que funciona en un convento ubicado a tres cuadras de la plaza de Cafayate, para el lado de las viñas", contó Daniel D´Amico, radicado en esta localidad justamente desde 1986.
"Nuestros padecimientos, por decirlo de algún modo, se atenuaron a partir de la creación de la Escuela Técnica, con la cual compartimos el edificio", apuntó Celada, cordobesa radicada en Cafayate desde 1996.
Hace una década, la escuelita de música incorporó a sus planes oficiales la Tecnicatura en Luthería. Y en septiembre próximo el vía crucis de mudanzas puede concluir cuando se reinaugure el refaccionado edificio del antiguo hospital público cafayateño. No se trata de una construcción moderna ni tampoco majestuosa, pero es funcional y será compartida por la escuela, el nuevo juzgado salteño y un centro de rehabilitación. El proyecto original preveía la construcción de un Centro Cultural en todo el predio
Si bien es cierto hay historias que nos cuentan verdades, esta es una verdad que hace historia. De no haber sido por ese inquieto grupo de bien intencionados y visionarios vecinos, que se jugaron por la creación del establecimiento, hoy apenas se trataría de una anécdota.
Las escuelas de Tucumán, de Salta y de Cafayate son las únicas de Latinoamérica que otorgan títulos públicos oficiales en luthería y son gratuitas. Tucumán -cuya carrera depende de la UNT- pugna por la aprobación de la nueva currícula para que los egresados obtengan el título de licenciados. En Cafayate el objetivo es llevar la carrera a cinco años: la Tecnicatura Superior en Cordófonos y Aerófonos.